Posible colapso de la formación de los conductores profesionales en la segunda ola de la pandemia
- Las medidas restrictivas y confinatorias que se están adoptando en las diferentes Comunidades Autónomas incluyen importantes reducciones de aforo de los centros de formación para conductores profesionales, teniendo en cuenta que en los próximos meses habrá que formar tanto a los conductores que por fecha les vence su titulación profesional habilitante como a los que durante el estado de alarma se les prorrogó.
- Para evitar un posible colapso y reducir la posibilidad de contagio entre los alumnos, el Ministerio de Transportes debería promover la posibilidad de impartir con carácter excepcional la formación on line, de modo análogo a como lo han autorizado otras Administraciones Públicas mientras dure la pandemia.
La expansión de la pandemia del coronavirus en España en esta segunda ola está dando lugar a la aplicación de numerosas medidas restrictivas en toda la geografía nacional, las cuales van en aumento día tras día, y que afectan a la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas.
Entre otras consecuencias, dichas medidas restrictivas afectan a la reducción de los centros de formación privados, que van desde la reducción del 50% del número de alumnos, como se acordó en la Comisión Interterritorial de Sanidad el pasado 1 de Octubre, y que ya se viene aplicando, entre otras, por las Comunidades Autónomas de Madrid, Castilla-León o Navarra, entre otras. Sin embargo, algunas Administraciones van más allá llegando a reducir el aforo a un máximo de 5 personas, incluido el profesor, como es el caso de algunos municipios de la Comunidad de Galicia.
Esta limitación en la actividad formativa es analizada de forma muy preocupante por FENADISMER por su especial repercusión en la formación dirigida a los conductores profesionales del sector del transporte por carretera, teniendo en cuenta que dicha formación es imprescindible para poder continuar desarrollando su actividad profesional. Hay que tener en cuenta que todos los conductores profesionales deben renovar cada 5 años obligatoriamente su titulación profesional, coloquialmente denominado CAP, lo que implica que aproximadamente unos 100.000 conductores han de ser formados anualmente, con el agravante este año de que, tras la paralización de la actividad formativa durante el período del estado de alarma, se prorrogó la vigencia de sus títulos habilitantes por un período de 7 meses, por lo que en los próximos meses se incrementará de forma importante el número de conductores a formar al acumularse los que por fecha les vence como los que se les prorrogó.
Hasta ahora, el Ministerio de Transportes se ha resistido a que la formación CAP se pudiera impartir en modo virtual, amparándose en que la normativa europea reguladora no lo prevé. Ello ha llevado a que algunas Comunidades Autónomas hayan buscado soluciones imaginativas aunque poco efectivas, como es el caso del sistema de “aulas espejo”, por el que para sortear la limitación de aforo se autoriza al Centro de Formación a que fraccione los alumnos en diferentes aulas, de tal modo que el profesor impartiría el curso en una de ellas y los alumnos asistentes en las demás aulas seguirían la impartición a través de una pantalla, lo que imposibilitaría tanto el control de los alumnos como la posibilidad de interaccionar con el profesor, por lo que desde un punto de vista pedagógico tal solución no es la más óptima.
Por ello, FENADISMER considera que el Ministerio de Transportes debería reconsiderar su posición en relación a la posibilidad de que excepcionalmente, mientras dure la pandemia, se permita la formación en modalidad virtual (on line), siguiendo de esta forma las directrices del Ministerio de Sanidad, y que plasmó en una Orden Ministerial el pasado mes de Mayo, en la que se expresaba la conveniencia de “priorizar, siempre que sea posible, las modalidades de formación a distancia y “on line”.
De hecho, varias Administraciones Públicas han apostado por dicha modalidad de formación frente a la presencial, como es el caso de la formación para el empleo dependiente del Servicio Público de Empleo Estatal, o la formación de conductores de transporte de mercancías peligrosas por parte de la Dirección General de Tráfico. Incluso el propio Ministerio de Transportes también ha optado por dicha modalidad de formación en el ámbito de la marina mercante.