FENADISMER considera incoherente el cambio de opinión del Ministro de Fomento sobre la aplicación de la euroviñeta a los transportistas españoles.

 

Hace un mes rechazaba tal posibilidad “ya que iría en contra de sectores claves para la economía española”.

Ante las declaraciones llevadas a cago por el Ministro de Fomento este jueves en diferentes medios de comunicación en las que se muestra a favor de aplicar la Euroviñeta en España, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER), organización de ámbito nacional que agrupa a más de 32.000 pequeñas y medianas empresas de transporte por carretera desea públicamente manifestar su absoluto rechazo a dicha propuesta, por cuanto afectaría muy gravemente a los intereses de las exportaciones españolas, que es precisamente el único sector que está contribuyendo a salir de la actual situación de crisis en que se encuentra la economía española.

 
Además dichas declaraciones suponen una falta absoluta de coherencia y de rigor con respecto a lo que ha venido defendiendo hasta la fecha, como lo demuestra el hecho de que el pasado mes de junio con ocasión de la tramitación de dicha medida en el Parlamento europeo, el propio Ministro señaló que no tenía previsto introducir la euroviñeta en nuestro país a corto y medio plazo “ya que iría en contra de sectores claves para la economía española”.

Asimismo sus declaraciones denotan una evidente falta de compromiso y credibilidad hacia los transportistas españoles, ya que su cambio de criterio vulneraría manifiestamente los acuerdos alcanzados entre le Gobierno español y las organizaciones del sector en Junio de 2008 tras el Paro Nacional del Transporte promovido por FENADISMER en dicho mes.

No debe olvidarse que el sector del transporte por carretera español contribuye de forma importante a las arcas públicas derivado de la fiscalidad que soporta, que le convierte en el principal cliente de Hacienda, ya que aporta anualmente en concepto de impuestos indirectos y tasas un montante de 11.000 millones de euros, que es el equivalente a un tercio de la recaudación estatal por impuesto indirectos.

Por ello, si el Ministerio de Fomento pretende mantener el ritmo inversor en la ejecución y mantenimiento de las obras públicas en España, podría dirigir su “tiro” hacia los multimillonarios beneficios económicos que actualmente presentan las compañías petrolíferas que operan en nuestro país, estableciendo un impuesto extraordinario sobre dichos beneficios, por cuanto por su actuación oligopólica están provocando que el precio de los carburantes en España se encuentre entre los más altos de la Unión Europea, según tuvo ocasión de denunciar recientemente la Comisión Nacional de la Competencia, lo que además está contribuyendo a una pérdida de competitividad del resto de la actividad económica en España.

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