• La prohibición de circulación de los camiones por parte del recorrido de las carreteras nacionales la N-232 y N-340 y su desvío obligatorio a la autopista AP-2 se aplica desde Septiembre de 2018.

 

  • Tras el levantamiento de los peajes desde este miércoles 1 de septiembre, la Dirección de Transit de Cataluña ha decidido ampliar en 20 kilómetros más el desvío obligatorio, que ahora se aplicará desde la salida sur de la ciudad de Lleida, lo que para Fenadismer es desproporcionado e ilógico ya que tras el levantamiento de los peajes se producirá un trasvase importante de vehículos particulares a la autopista

 

El levantamiento de los peajes en las autopistas AP-7 y AP-2 desde este miércoles 1 de Septiembre , como consecuencia de la finalización de ambas concesione, ha servido de excusa a la Generalitat de Cataluña para ampliar desde ese mismo día la restricción a la circulación de camiones que puso en vigor en Septiembre de 2018 en las provincias de Tarragona, Lleida y Barcelona, mediante la prohibición de su circulación por las carreteras nacionales N-340 y N-232, y obligándoles en consecuencia a circular por las autopistas de peaje AP-7 y AP-2, sumándose a la prohibición en la provincia de Girona que fue aprobada en 2013.

Así, desde este 1 de Septiembre, El Servicio Catalán de Transito amplía el tramo de N-240 en la provincia de Lleida sujeto a la prohibición de circulación e camiones de 4 o más ejes, de tal modo que la prohibición abarcará desde el PK 87,4, en Lleida, al PK 36,5, en Montblanc, por lo que en la práctica desde la salida Variante Sur de la ciudad de Lleida (salida 5) los camiones deberán coger la autopista AP-2 si se desplazan en dirección Cataluña, y no desde Borges Blanques como estaba establecido anteriormente. No obstante, quedarán exceptuados de dicha restricción los transportes cuyo origen o destino de la mercancía estén situados en municipios incluidos en el tramo de carretera restringido.

Sin embargo, FENADISMER considera desproporcionada y carente de toda lógica esta ampliación del tramo restringido de la carretera nacional por la que los camiones podrán circular, ya que el levantamiento de los peajes ocasionará un trasvase importante de vehículos particulares a la autopista, como se ha demostrado en las otras autopistas que han quedado liberadas en los años anteriores, por lo que carece de sentido prohibir que los camiones puedan seguir circulando por las carreteras nacionales si éstas quedan sin apenas tráfico, teniendo además en cuenta que para los camiones tiene limitada técnicamente la velocidad máxima, lo que puede ralentizar la velocidad del resto de vehículos en las autopistas, más aún si se prevé un importante aumento de su utilización al eliminarse los peajes.

 

 

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