Los gruistas incrementaron sus pérdidas en Semana Santa
- La Semana Santa arroja unas cifras menores de siniestralidad vial, pero una mayor incidencia de averías.
- Las empresas de auxilio en carretera no consiguen rentabilizar el incremento de servicios cuyos beneficios van a parar a intermediarios como compañías aseguradoras, plataformas de asistencia, autoclubes automovilísticos.
- La rentabilidad económica de este periodo punta de trabajo ha caído un 24% respecto a la campaña de 2022, sobre todo por el mayor incremento en los costes de combustibles y laborales, que no pueden ser trasladados a usuarios ni intermediarios.
Según el reciente observatorio Focus de la plataforma de asistencia Asitur los servicios de asistencia en carretera siguen creciendo y, en el cómputo del año, ya se acumula un incremento superior al 7% en relación con el mismo periodo del año pasado, sin duda influenciado este dato por un mayor número de desplazamientos, por unas mejores condiciones climatológicas y un parque de automóviles cada vez más envejecido.
La DGT ha evaluado el incremento de desplazamientos en Semana Santa en un 3,85% (16.396.588) respecto al año 2022 (15.789.393) que ya fue de récord en la serie histórica.
Durante la Semana Santa las averías han aumentado más de un 1,4% mientras los accidentes han descendido cerca de un 15%, según datos del citado observatorio.
Es decir, dada la mayor incidencia numérica de las averías sobre el resto de los servicios, han aumentado las asistencias en carretera en las últimas festividades más de un 1% respecto a 2022, si bien en cómputo general en relación con el número de desplazamientos se habría producido un leve descenso.
En cualquier caso, por parte de las empresas de auxilio este año 2023 ha requerido de un mayor despliegue de grúas y operarios.
No obstante, estos datos contrastan con los recabados desde la Alianza de Auxilio en Carretera donde se denota que la rentabilidad económica de este periodo punta de trabajo ha caído un 24% respecto a la campaña de 2022, sobre todo por el mayor incremento en los costes de combustibles y laborales, que no pueden ser trasladados a usuarios ni a los intermediarios, quienes no terminan de equilibrar sus tarifas al incremento de costes sufridos desde el fin de las restricciones derivadas de las medidas gubernamentales adoptadas ante la COVID-19.
Las empresas de auxilio en carretera no consiguen rentabilizar el incremento de servicios cuyos beneficios van a parar a intermediarios como compañías aseguradoras, plataformas de asistencia y autoclubes automovilísticos, mientras las pérdidas se consolidan en el sector de auxilio.
Esta situación de crisis afecta a la viabilidad de estos servicios esenciales pues, como manifestó el portavoz de la Alianza, Xavier Martí, poniendo el foco en que “muchas empresas de auxilio se están planteando no renovar flota este ejercicio en tanto los incrementos de tarifa no llegan y los precios de los vehículos y de todo tipo de insumos están disparados”.
Esta situación sostenida en el tiempo, además de hacer entrar en perdidas al sector, con más de un 60% de las empresas ya en números rojos, va a ocasionar un grave retroceso en la calidad de los servicios de auxilio, haciendo bajar a España del Ranking europeo de Seguridad Vial, mientras las administraciones asisten impasibles a este proceso.
Además, se recrudecen los puntos de conflicto entre empresas de auxilio y algunos intermediarios como RACE y RACC, sin que la situación tienda a solucionarse, siendo probable que los mismos se extiendan de lugares puntuales como Lérida, País Vasco, Cádiz y otros, a más regiones y compañías.