Comunicado de prensa de la UETR ante el Próximo Libro Blanco de Transporte
UN FUTURO SOSTENIBLE PARA LAS EMPRESAS DE TRANSPORTE
La Unión Europea de Transporte por carretera, UETR, presenta su posición sobre la política de transporte para el próximo decenio
La UETR representa y defiende los intereses de más de 185.000 empresas de transporte en Europa, en su mayoría pymes y microempresas.
La visión de la UETR sobre la política de transportes es la de un sistema que garantice una red de transporte bien mantenida y completamente integrada, garantizando una mejora de la cadena logística que proteja al sector en lugar de situarle siempre como responsable de la seguridad de la cadena logística del transporte.
La política de transportes debe extenderse al transporte urbano de mercancías, estableciendo medidas logísticas específicas, claras y eficaces.
Por lo que respecta a la internalización de los costes externos, no se cuestiona el principio según el cual “quien contamina paga”; al contrario, la UETR rechaza que la política de la Unión Europea se centre en presentar la factura únicamente al sector del transporte de mercancías por carretera.
Es preciso poner sobre la mesa recursos financieros al objeto de responder a las necesidades de las empresas: la visión del transporte como un sector que se financie gradualmente de manera autónoma, no puede aceptarse.
La UETR no se opone a la liberalización ni a la apertura de mercados, pero pone sobre aviso del riesgo de dumping social en el sector del transporte y la necesidad de evitarlo, reclamando por ello una verdadera y leal competencia en Europa.
La UETR reconoce la importancia de las nuevas tecnologías, pero el transporte sostenible de mercancías debe poder realizarse en condiciones tales que no impidan la libre fijación del precio comercial.
Para la UETR resulta esencial la adopción de determinadas medidas: establecimiento de un Observatorio de Costes de Transporte Europeo para evaluar su evolución y la de los precios; creación de su sistema de reembolso de los impuestos sobre los carburantes en toda la Unión Europea; la determinación de un periodo máximo de pago de 30 días que sea efectivo y obligatorio para todos los servicios de transporte; la creación de un conjunto de medidas que faciliten el acceso a la financiación de los transportistas.
La reducción de las numerosas cargas administrativas que en la actualidad soportan las empresas de transporte resulta también un elemento clave para la mejora de su competitividad.